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La contaminación, la deforestación, el cambio climático, o la extinción de nuestras especies autóctonas son algunos de los desafíos a los que nos enfrentamos como habitantes de un mismo planeta. Su solución puede empezar por ampliar nuestra conciencia medioambiental y reeducarnos en nuestros hábitos. Estos mismos retos deben de ser transmitidos a los más pequeños de la casa, en los cuales empieza el cambio que queremos ver en el futuro, debemos enseñarles (y enseñarnos) a cómo cuidar de nuestra casa: el planeta tierra. Por eso hoy en Centro Samor os proponemos 10 ideas para aprender en familia a cuidar el medio ambiente.

”La tierra no es una herencia de tus padres, es un préstamo a tus hijos”. Proverbio Iberoamericano

Más que enseñárselo nosotros, quizá debamos aprender de ellos. Pues los peques son muy sensibles a los temas vinculados con la naturaleza, su protección y el futuro del planeta.

10 Ideas ecológicas para cuidar el medio ambiente para niños y niñas de preescolar

Los pequeños esfuerzos diarios cambian el mundo. Concienciad a vuestros pequeños y cambiad algunas costumbres para mejorar el ecosistema. Tomad papel y lápiz y hacer una lista de referencia con las ideas que Centro Samor os va a contar. Contagiaos de su entusiasmo y compromiso, ¡seamos ejemplo para ellos!

1. Ahorremos agua

Introducid hábitos como cerrar el grifo mientras se enjabonan, o limpian los dientes. Enseñadles que, si ahorramos agua, habrá más agua para regar las plantas y para beber.

2. ¡Apaga la luz!

Hay que mostrarles que no se debe desperdiciar la energía. Encarguémosles la misión de asegurarse de que apagamos la luz cada vez que salimos de una habitación. Esta actividad puede convertirse en un juego divertido en el que ellos empiezan a sentirse cómodos tomando resposabilidad de sus propios actos y corrigiendo e identificando malos hábitos en los demás.

3. Hora de reciclar

¿Dónde se desecha cada envase? ¿Y el papel? ¿Adónde va el vidrio? Tengamos en casa nuestros cubos de basura, diferenciados por colores, y enseñemos a nuestros pequeños a hacerse responsables de tirar sus desperdicios. Hagamos de esto un juego rutinario para que repitan los patrones que ven en casa con el mundo.

Ideas ecológicas para cuidar el medio ambiente para niños y niñas de primaria

4. ¡Fabriquemos compost en casa!

Necesitamos una caja grande, tierra, bolsas de basura y una pala pequeña para hacer compost casero en nuestro propio depósito.

Tenemos que forrar la caja por dentro y por fuera con las bolsas de basura. Haremos agujeros a los lados para ventilar. A continuación, colocamos nuestro depósito en un lugar donde dé el sol y pediremos a nuestros niños que vayan añadiendo los desperdicios de la cocina, hojas secas o malas hierbas junto con un poco de tierra. Removeremos la mezcla cada dos días con una pala, y en un par de semanas, si hace buen tiempo, tendremos un abono de lujo para nuestras macetas, el jardín o nuestro huerto.

5. Recogida de basura en la naturaleza

Aprovechemos un día que haga buen tiempo y llevemos a nuestros pequeños a la naturaleza. Cualquier espacio natural nos valdrá. Llevad a vuestra expedición unas bolsas grandes de basura, palas o un rastrillo y guantes. Esta actividad se basa en recoger productos no biodegradables de la naturaleza.

Juegos y manualidades para seguir cuidando el medio ambiente

6. Manualidades con reciclados

Esta actividad consigue en transformar los elementos reciclados por los peques en sus propias creaciones. Una buena manera de enseñar el concepto de reutilizar y dar una segunda vida a los objetos.

7. El bricolaje del reciclado

Propongamosles ir más allá de un proyecto artístico. Demosle una utilidad a sus creaciones: un bote para sus lápices a partir de una caja de cereales, una caja para regalo con un envase… Deja volar su imaginación.

8. Busquemos juegos online para reciclar

Hay muchas páginas online para que los pequeños se diviertan aprendiendo más sobre cómo cuidar el medioambiente. Os dejamos algunas para que investiguéis vosotros mismos:

9. Youtube y el reciclaje

Podemos convertir el momento del móvil en una herramienta para concienciarlos sobre el medioambiente con palabras o canciones de sus youtubers favoritos:

10. ¡Utilicemos los cuentos!

No hay que olvidar el poder que tienen los cuentos sobre los niños. Los cuentos son una maravillosa herramienta para crear hábito de lectura y ganarnos la atención de los peques. Igualmente, os volvemos a dar unas ideas para leerles antes de irse a la cama:

¿Y a ti? ¿Se te ocurren nuevas formas de transmitirles los valores medioambientales a los más pequeños de la casa?

¡Cuéntanoslo en comentarios!

Si estás buscando el mejor contenido sobre cómo saber si una verdura es orgánica de verdad, quédate aquí y lee hasta el final. Estás en un artículo donde te doy claves desde mis más de 10 años de experiencia trabajando con productos orgánicos.

En el mundo de lo “eco” o “saludable” existen muchos términos que se usan indistintamente y a veces se confunden entre sí; “Ecológico, natural, saludable, bio, orgánico, sostenible..” Cada uno de ellos implica unas características y requisitos en cuanto a la producción o el cultivo, y además un producto puede cumplir con esos requisitos y estar o no certificado (con un sello oficial).
En Centro Samor ofrecemos productos ecológicos, bio y orgánicos certificado, porque creemos que nos ofrecen una garantía. Pero en lo que a verdura se refiere, nuestra mayor garantía es el Sentido Común.

La verdura que incluyen nuestras cestas ha sido cultivada por Las Hortelanas de Moral, de manera ecológica, orgánica y sostenible. Ellas cumplen sobradamente todos los requisitos que especifican normativas y legislaciones, no porque esté plasmado en un papel, sino porque es lo que realmente creen, y hacen de ello su forma de vida.
¿Cómo puedes saber, por tanto. si una verdura es orgánica de verdad?

1. Una verdura orgánica debe ser de temporada

Debe ser de temporada en su lugar de origen. Los grandes supermercados nos han acostumbrado a ver de todo durante todo el año. Pero en la Mancha, los tomates se producen en verano y las coles en invierno. Por muy ecológico que sea un tomate, si te lo comes en invierno, nunca obtendrás su auténtico sabor ni sus propiedades.

2. No te dejes llevar por “lo bonito”

Una manzana reluciente no es sinónimo de una manzana sabrosa, ni más saludable. En muchos casos es justo lo contrario, pues ese aspecto tan “perfecto” se consigue con productos químicos (encerados). Los alimentos orgánicos no se ven tan suaves y brillantes como los productos convencionales. Pueden tener formas extrañas, como la naturaleza misma, y pueden parecer de color apagado.

3. El olor es la clave para saber si una verdura es orgánica.

A la hora de elegir una fruta o verdura guíate por el olfato, la vista es fácil de engañar, pero el olfato no, y las frutas y verduras orgánicas tienen aromas más fuertes y auténticos.

4. Su deterioro es más rápido

Las verduras convencionales han sido cultivadas con diversos producto químicos que en muchos casos retrasan su deterioro. Las orgánicas No. Y por ese motivo es posible que se pongan “pochas” más rápido. Pero esto tiene fácil solución. Es preferible comprar menos y a menudo para evitar el desperdicio. Además hay muchas maneras de conservarlas para aprovechar al máximo todas sus propiedades además de su sabor y frescura como en tupper especiales, o en bolsas de plástico y/o tela (dependiendo del producto) dentro de la nevera.

5. No te preocupes si encuentras a algún “amiguito”

Si encuentras un gusanito, mariquita o caracol, estás de suerte. La presencia de este tipo de insectos te está indicando precisamente la ausencia de químicos, con los cuales ellos morirían. Nuestra verdura se envía recién cortada, en la mayoría de los casos sin pasar por cámara, así que es muy probable que conozcas a algunos de nuestros “amigos de la huerta”.

6. Conoce a l@s hortelan@s y sabrás si la verdura que comes es orgánica de verdad

Si conoces a las personas que cultivan los alimentos que consumes, ya no necesitas saber nada más. Existe una relación de confianza que está por encima de sellos y legislaciones. Así se ha hecho durante muchos años, y así queremos que siga siendo en Centro Samor. Por eso te animamos a conocer más a Ana y Mariví, nuestras hortelanas. Pues si las conoces a ellas, puedes estar seguro que la verdura que cultivan para ti es orgánica de verdad.

Ahora no tienes excusas. Si alguien te pregunta cómo saber si una verdura es orgánica de verdad, sabrás responder correctamente (y si no te acuerdas, pásale este enlace).

10 ideas para aprender en familia a cuidar el medio ambiente